domingo, 6 de octubre de 2019

Granada Noir 2019. Crónica del sábado, 5 de octubre.

Me dicen mis amigachos que qué bien me lo paso y que siempre estoy viajando y divirtiéndome por aquí, por estos festivales negros del Señor. Pues qué queréis que os diga, no os voy a negar que todos estos saraos me entretienen, que todavía, a mis años, estoy aprendiendo un huevo y eso me colma de dicha, plenitud y bienaventuranza, pero también tengo mis ratos chungos. Joer, que aunque esté gordo también sufro.

Mañana intensa, es mi último día en el festival y tengo que aprovechar el tiempo al máximo, lo cual no es mucho dada mi condición de vejestorio caduco y disperso. A las 11:00 me voy de ruta por el Albaicín Noir con un eficaz guía de Masquetours, que nos introduce sin darnos cuenta en los entresijos históricos de una Granada oscura de inquisición, arcángeles en el límite del cielo y del infierno y cicatrices urbanas que separaron quirúrgicamente la burguesía granadina de las clases sociales menos favorecidas.


Tenía un cita pendiente y al acabar la ruta me voy a toda prisa al Centro de Exposiciones CajaGranada-Puerta Real para ver la exposición de originales del cómic «Blacsad», de Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales. Impresionante documento de cómo de bien trabajan estos tipos.


Con la lengua de fuera llego hasta el 4U Hostel a tiempo de escuchar el coloquio entre Alejandro Pedregosa y Jesús Carrasco. Sus novelas «Hotel Mediterráneo» e «Intemperie» han sido consideradas como wéstern noir patrio y lo curioso es que, según declaran, ninguno de los dos pretendía escribir «una del Oeste». La conclusión es que el wéstern reúne una serie de arquetipos literarios que son universales. La versión cinematográfica de «Intemperie» se estrenará este mismo mes.


Ya por la tarde, en el teatro CajaGranada, comienza la charla de Jesús Lens con Alexis Ravelo. Se analizan, cruzan y comparan la novela póstuma de Antonio Lozano, «El baile de los malditos» y la última de Ravelo, «La ceguera del cangrejo».


A continuación llega el momento de las emociones: Clara Herrera, esposa de Antonio Lozano, entrega el I Memorial Antonio Lozano a Mabel Lozano, por su labor de denuncia de la trata de mujeres para la explotación sexual. Se escapa alguna lagrimita que cae sobre el escenario.



Seguidamente se proyecta el documental «El proxeneta. Paso corto, mala leche». Demoledor documento sobre la trata de mujeres para la prostitución y después la charla coloquio de Sergio Vera Valencia con Mabel Lozano. Hay pasión y profesionalidad en esta mujer que ha hecho bandera de la denuncia de la trata. Para ella, las únicas opciones son la educación de los jóvenes y la abolición de la prostitución. Con el documental y esta charla, el Granada Noir ha alcanzado el clímax.


El Granada Noir 2019 termina para mí. Mañana hay más noir para los chinorris y el lunes el festival se va de bolos por los pueblos de la comarca. Es la segunda vez que acudo a este evento y si nada grave me lo impide volveré, porque considero que es uno de los festivales con más calidad, tanto literaria como humana, de este país. Jesús Lens y Gustavo Gómez, junto con su equipo, han sabido pergeñar un festival negro que crece cada año. Salud, muchachos.
Ya veis, granaínos, amenazo con volver.
Nos vemos al año que viene. 

sábado, 5 de octubre de 2019

Granada Noir 2019. Crónica del viernes, 4 de octubre.

Me siento en la terraza de un bar del Zaidín e intento pedir un café. Ni por esas.
Lo intuyes, lo sabes. Te das cuenta de que estás fuera del mercado sexual cuando, subido encima de la mesa de la terraza de un bar, agitando los brazos y bailando el can-can, pides un café y la camarera maciza no te hace ni puto caso porque no te ve. Te has vuelto invisible para las mozas. Ay, que pena más gorda… En fin, a lo que vamos:

A la hora de la cerveza aterrizo en el Gran Café Bib-Rambla para escuchar a uno de los mejores escritores de este país: Justo Navarro. Es entrevistado por José María Pérez Zúñiga y nos enteramos, entre otras cosas, que el protagonista de sus novelas, el comisario Polo, aparece siempre que puede por el Bib-Rambla, un café art deco fundado en 1907.


Hoy, el recreo se me acaba a las seis de la tarde y la siesta ha sido muy corta. Señores directores de festivales negros en general: esto de las siesta hay que solucionarlo de alguna manera.

Arrastrando la piel me dirijo al Cuarto Real de Santo Domingo para ver a José Antonio Pérez Ledo, presentado por Carlos Castro. José Antonio es un tipo especial, lo mismo escribe una novela intimista que hace el guión de una peli de terror, o escribe un cómic, o crea programas como Órbita Laika. Él mismo confiesa: «Cuando me preguntan qué soy, contesto que no lo sé». Nos cuenta varias anécdotas muy jugosas sobre las preguntas locas que le hacen los directivos de las cadenas de TV cuando intenta venderles una idea.


Esto no para, a continuación, y con el cadáver aún caliente de la última mesa, entran en acción Pere Cervantes y Clara Peñalver, que, presentados por Belén Rico, nos hablan de sus novelas «Golpes» y «Las voces de Carol» respectivamente, y de lo que significa la moto para los protagonistas de su novelas.


A continuación llega uno de los mayores expertos en  la mafia italiana: Íñigo Domínguez. Presentado por Gustavo Gómez Gozalo, nos cuenta que, con su última novela «Paletos Salvajes», ha tratado de desmitificar el encanto de la mafia italiana. No hay glamour  en las mafias de los espagueti. Para hacer hincapié en esto, nos cuenta un puñado de anécdotas increíbles y prosaicas de los componentes de estas organizaciones criminales.


Con el reactor del Cuarto Real de Santo Domingo alcanzando el punto crítico, llega Berna González Harbour para presentar su última novela «El sueño de la razón». La entrevista Raquel Páiz. El libro es la última entrega de la comisaria Ruiz y en él, la protagonista se tiene que implicar en el universo de Goya.


A continuación y a toda pastilla tenemos que trasladarnos al teatro CajaGranada para ver el espectáculo Bandas Monólogas. El coro y el ensemble de la Universidad de Granada, la solista Maribel Hinojosa, dirigidos por Jorge García Morata, tocan y cantan piezas basadas en películas de cine negro, mientras el actor Victor Burgos interpreta monólogos de esas películas.



Como podéis ver, esto es un sinvivir y así no hay manera de engordar en paz.

Mañana más.


viernes, 4 de octubre de 2019

Granada Noir 2019. Crónica del jueves, 3 de octubre.

Todos los festivales negros tienen sus beneficios colaterales y en el Granada Noir los hay en abundancia. Como el año pasado me quedé con ganas de más Albaicín, esta mañana me he dado un lento y ensimismado paseo por sus callejuelas llenas de macetas no sin antes darme un garbeo por el Paseo de los Tristes. Esto me lleva a que eso de que los poetas paseen lánguidamente entre macetas y paredes encaladas mientras les invade la tierna melancolía y se pongan a componer ripios como locos, me parece muy bien y tal, pero a mí, qué queréis que os diga, a mí, con estas cosas, lo que me entran son unas ganas tremendas de comerme una docena de torreznos, por eso he salido corriendo de semejante laberinto. Un minuto más por allí dentro, melancoliqueando, y me como a un guiri crudo y sin pelar ni nada. El binomio languidez-torrezno no está lo suficientemente estudiado, pero creo que ahí hay tema.


Después de la siesta acudo a esa maravilla que es el Cuarto Real de Santo Domingo para escuchar a Margarita Buet, presidenta de la Alianza Francesa de Granada que, presentada por Juan Manuel Cid, nos habla de los sustratos comunes de Tánger y Granada y las transferencias a todos los niveles, incluido el literario, entre las dos ciudades.


Sin apenas tiempo para estirar las piernas comienza el siguiente encuentro, titulado «Andalucía como escenario del noir contemporáneo», compuesto por Jerónimo Andreu y Javier Valenzuela que, presentados por Quico Chirino, nos hablan de sus novelas. Durante la charla, todos resaltan el enorme potencial para la novela negra que hay en esa franja de territorio que va de Málaga a Tánger.


Sillas calientes: unos se levantan y otros se sientan. Los que se sientan son Maribel Medina, con «Sangre entre la hierba» y Jordi Llobregat con «No hay luz bajo la nieve». Los presenta Mónica Martínez Leyva. Las dos novelas tienen en común que las protagonistas son mujeres. Se oyen frases como, «…el futuro será feminista o no será», o «…aunque lo parezca, la novela negra no ha tocado techo todavía».


Termina la jornada con la cena homenaje al 50 aniversario de la publicación de «El Padrino». Desparrame total: Actores hablando en italiano macarrónico, cantante mujer-fatal interpretando las canciones de la película y una cena a base de tapas con alusiones a esta obra maestra del cine negro, todo ello orquestado y dirigido por el capo Jesús Lens.


Por cierto, ¿en «El padrino» sirven torreznos en alguna comida? ¿No? Eso tienes que mejorarlo, Coppola.

No se puede terminar el día de una forma mejor.

Mañana más. 

jueves, 3 de octubre de 2019

Granada Noir 2019. Crónica del míércoles, 2 de octubre.

Aparco frente a La  Recacha Forum y mi viejo Toyota resopla como un dinosaurio viejuno y cansado. Ya somos dos. 

Objetivo cumplido: llego a Granada con el tiempo justo de asistir al Encuentro Especial con Mariano Sánchez Soler. Le presenta y entrevista José Antonio Muñoz, del periódico Ideal.
Mariano se explaya, como es habitual, sin pelos en la lengua. Cito de memoria: «¿Transición ejemplar? Pues una transición que arrastra 700 muertos por violencia política tiene poco de modélica». «¿Quién obtuvo el mayor beneficio de la transición?», le preguntan. «Los mismos de siempre: esos que acabaron sus carreras y aún ocupan puestos relevantes en los más altos estamentos del país». Lo cuenta todo en su libro «75/83. La transición sangrienta».

Escuchar a Mariano Sánchez Soler siempre es una delicia y más si, como en este caso, la charla se hace en un bar tomando una cerveza con tapas.
Espectacular.


Por la tarde nos vamos al cine para ver  «Grupo salvaje» en su versión especial con el montaje del director. Es el 50 aniversario de esta película, hace más o menos 49 años que la vi y no pasa el tiempo por ella.


Después de la proyección, Fernando Marías, Mariano Sánchez Soler y Juan de Dios Salas mantienen un coloquio sobre la película. Cito de memoria: «…genial la escena de de la salida del burdel, los cuatro, armados hasta los dientes», o «…la mejor escena es la del asalto al tren. Se cuenta a la perfección el qué, el cómo, el cuándo y el quién», o «…la ves en pantalla grande, después de 50 años y toda tu vida se te echa encima. La película no ha envejecido, el que ha envejecido he sido yo», o «…esta película cambió al cine…»


Termina el coloquio y nos vamos todos a cenar unas tapas con más cine en compañía de estos tres cinéfilos desatados a los que se une el cuarto mosquetero: Jesús Lens.

Me voy a dormir con sobredosis de cine y con ganas de disparar a mansalva. Que no se me ponga a tiro ningún gilipollas de camino al hotel.

Mañana más.