lunes, 17 de febrero de 2020

V Morella Negra Com la Trufa. Crónica del domingo, 16 de febrero.

Como toda villa histórica de este país, Morella ha visto desfilar por sus calles y su entorno a todo tipo de peña: desde clanes neolíticos intercambiando ganado y mujeres hasta milicos carlistas. Imaginaos lo que habrán visto, por ejemplo, los muros del convento de San Francisco. Es curiosa una quedada que tuvo lugar en este convento entre  Fernando I de Aragón, Fray San Vicente Ferrer y el Papa Benedicto XIII. De esta reunión surge la leyenda de las moscas y el Papa Luna:

—Mira, Papa Luna, que yo creo que deberías dimitir.

—Dimite tú, Fernando, no te jode…

—Hombre, que yo soy el rey de Aragón.

—Y yo el papa de Roma.

—Deberíais renunciar, Santidad.

—No voy a dimitir, Vicentet, por más que me lo digas y por más santo que seas. Yo soy el único papa legítimo.

—Eso lo dicen todos. Mira que tres papas son muchos papas para la Iglesia.

—Me la trae al pairo, y a ver si echáis FLY, que las jodías moscas me tienen atacao. ¡Malditas moscas!

Y cuenta la leyenda que desde entonces, una vez pronunciada esta maldición, no se ve una mosca por el convento de San Francisco.

Eso sí, el Papa Luna no dimitió por más que se lo pidieron y siguió habiendo papa por triplicado durante bastante tiempo.

Una vez hecho este inciso histórico festivo, seguimos con lo nuestro:

A las once de la mañana se sienta en la mesa de la sala del Justicia, la juez de instrucción Rosa M. Freire, la criminóloga Paz Velasco y la escritora y periodista Bea Osa que, moderadas por Carlos Quílez, nos ofrecen True Crime, más allá de la imaginación”. Imposible resumir en un espacio como este la charla tan extensa, variada y esclarecedora de estas tres mujeres que en el ejercicio de sus profesiones han visto y escuchado a delincuentes de todos los pelajes. Tres perlas de lo que piensan cada una de ellas:

«No hay belleza en el crimen» (Rosa M. Freire).

«Los psicópatas sueltan la lengua cuando sienten que su entrevistador les admira. Este es el cebo que les ponemos los criminólogos para que hablen» (Paz Velasco).

«Los asesinos psicópatas se quieren lucir ante los expertos» (Bea Osa).

La charla transcurre fluida, amena y profesional. Se nota la maestría del veterano Carlos Quílez dirigiendo el coloquio. 


A continuación y para finalizar el festival, Santiago Álvarez modera la mesa “Distopía Negra”, compuesta por David Llorente y Jose Ramón Gómez Cabezas, que nos desmenuzan sus novelas «Europa» y «Metástasis». La charla transcurre entre la tensión de lo oscuro del futuro que nos espera y la relajación de un chiste de murcianos, que Santiago Álvarez introduce en el coloquio, para quitar hierro al asunto.



Termina el festival con la degustación de pinchos negros de trufa preparados por el restaurante La Fonda acompañados del tinto de la bodega Mas de Rander.

He puesto mis radares en sitios estratégicos y me cuentan que el «Morella Negra Com la Trufa» circula a velocidad creciente. La sala del Justicia se ha llenado hasta arriba en todas las mesas, incluso en algunas con gente de pie. Doy fe de que se han vendido montones de libros y los autores han tenido cola en las firmas. Al despedirme del «Comissari García» y su equipo los he visto cansados pero contentos por el buen trabajo cumplido ¿Puede haber mejor señal de que este festival tiene futuro?

Hasta siempre, Morella.


domingo, 16 de febrero de 2020

V Morella Negra Com la Trufa. Crónica del sábado, 15 de febrero.

Me levanto temprano y paseo por las callejas de Morella. En una villa medieval como esta es fácil trasladarse en el tiempo y como a mí lo fácil me gusta, viajo a 1232, cuando Blasco de Alagón conquistó la ciudad a los morapios.

—No me jodáis, majestad, que hace años prometisteis concederme todas las villas y castillos que pudiera conquistar en tierras sarracenas.

—No me jodáis vos a mí, don Blasco, que Morella es mucha Morella y no es villa para un pringao como vos, sino para un rey como yo, que no soy un rey cualquiera, que soy el mismísimo Jaime I

—Ya empezamos…

La cosa debió suceder más o menos así, según mis fuentes consultadas, de donde se deduce que en todas épocas cuecen habas: prometer hasta meter y una vez metido se acabó lo prometido.

Anécdotas históricas aparte, centrémonos en lo que interesa: a las 10:30, Ramiro nos guía por La Morella Más Negra. Durante una hora recorremos la villa por los lugares en donde ocurrieron los sucesos históricos más oscuros y violentos. Desde una masacre de pastores neolíticos hasta un sangriento episodio de las guerras carlistas. No faltan las leyendas gore ni los milagros. Echad un vistazo a la leyenda del mosaico de la foto de abajo.


Al terminar la visita me voy a la  sala del Justicia para ver la mesa “Tubers 2020”, en la que participarán los 5 finalistas de la IV Edición del premio “Tuber Melanosporum” moderados por Jorge Garcia y la ubicua Charo González Herrera. Los finalistas de esta edición nos hablan de sus novelas y son: Joan Carles Ventura por «Camins Dubtosos», Roger Rubio por «El hombre que nunca haría daño a nadie», Anna Hernández por «La mecedora», Ana Lena Rivera por «Lo que callan los muertos», Eduard Palomares por «No cerramos en Agosto». Una pregunta me corroe el intelecto: ¿Posee Charo el don de la ubicuidad o es verdad la leyenda urbana de las quintillizas González Herrera que se reparten por los festivales de España y Francia? Quién sabe…




Al terminar la mesa nos vamos todos a cumplir el rito del  vermut literario en el bar Canyero.

Sin tiempo para una miserable siesta se hacen las seis de la tarde. De camino a la sala del Justicia me cruzo con Paz Velasco de la Fuente y su terrorífica chihuahua. Ochenta kilos de perra guardiana que Paz transporta en un cesto rosa como si nada.

Comienza la mesa literaria “Rural Noir, pequeñas comunidades, dramáticas historias” con los escritores Jordi Llobregat y Marto Pariente, moderados por Paco Atero del Portal Literario especializado en novela negra “Negra y Mortal”. Marto y Jordi nos desmenuzan los entresijos de sus novelas y durante la charla se oyen frases como (cito de memoria), «…en un pueblo todo el mundo se conoce y matar a alguien que conoces tiene una carga emocional añadida…» (Jordi Llobregat). Marto Pariente nos cuenta entre otras cosas que le gusta definir a sus personajes por su defectos. Paco Atero dirige el coloquio con el dinamismo que le caracteriza. En un momento dado, llama a la mesa a Lara Adell, de la organización del festival, para que cuente cosas de personas y sucesos de Morella. Lara se quiere esconder debajo de una mesa, pero mi gran mole se lo impide. Al final, Lara sale a la palestra diciendo que le cae bien el cura del pueblo y con este dato, Marto y Jordi improvisan el boceto de una novela negra en Morella ante las risas del público que llena la Sala del Justicia.


A continuación se entrega el IV Premio “Tuber Melanosporum”. Premio a la mejor novela negra de un escritor novel publicada por una editorial entre septiembre de 2018 y agosto de 2019. El premio se lo lleva Roger Rubio por su novela «El hombre que nunca haría daño a nadie».


Para finalizar la jornada, en la mesa “Arte de Novela Negra” las autoras Berna González Harbour y Arantza Portabales nos hablan de sus últimas novelas,  «El sueño de la razón» y «Belleza roja». Se escuchan cosas como, «…cuando se duerme la razón, surge la maldad…» o «…en momentos puntuales todos somos asesinos…». Modera la mesa con buen oficio Santiago Álvarez.


Antes de la cena, y como ya es habitual, vino tinto con pinchos negros.

Cenamos en el Mesón del Pastor. Con la sobremesa se nos hace la una de la madrugada y José Ramón Gómez Cabezas se empeña en nombrarme representante del grupo de castellano-manchegos que andamos por el festival y, mientras el se va a dormir, quiere que me vaya a bailar. «Para dejar el pabellón de Castilla-La Mancha bien alto», dice. No sabe que yo soy muy poco nacionalista y que ya no tengo el cuerpo para danzas sicalípticas.

Mañana más.

sábado, 15 de febrero de 2020

V Morella Negra Com la Trufa. Crónica del viernes, 14 de febrero.

Después de casi tres horas y media conduciendo y con las manos apestando a volante, como decían los pijos madrileños en los setenta, aparco en la puerta de mi alojamiento y corro para llegar a tiempo de la inauguración de la V Edición de Morella Negra Com la Trufa.

Son las ocho de la tarde y en la mesa de la Lonja del Ayuntamiento se sientan el “Comissari Garcia”, el periodista y escritor Carlos QuílezRuth Sanz Diputada de Cultura de Castelló y Rhamsés Ripollés Alcalde de Morella.
Jorge García se calza su sombrero negro, nos regala su discurso amable y nos ofrece una visión conciliadora de lo que para él es la novela negra.


Terminan los discursos y sin solución de continuidad comienzan a aparecer bandejas llenas de croquetas morellanas de trufa negra remojadas con vino negro de la zona. Esto promete.

A continuación nos conducen al bar Prats y nos entierran con platos de tapas: alcachofas, champiñón, tortilla, sepia, migas con huevo, más croquetas y ya no me acuerdo de cuantos platos más. De postre flaons, un exquisito dulce de Morella.

Como esto siga así voy a acabar muy mal, que me conozco.

Masticando el último flaó nos dirigimos a la Nevera para escuchar, entre copa y copa, una instructiva charla de Santiago Álvarez sobre el cine negro americano entre los años 1941 y 1958. Al finalizar la charla nos canta una canción de los Kings relacionada con el celuloide. Se le ve en forma a Santiago, se nota el entrenamiento con su grupo Innerlands.


Jajajases, abrazos, despedidas y a la cama.

Mañana más.


martes, 11 de febrero de 2020

«La cordura del idiota», de Marto Pariente. Reseña.

Se abre el telón:

Aparece el Triste colgado de la rama de un roble. Es el loco oficial del pueblo y dueño de unos terrenos que no quiere vender.

—Se ha suicidado —dicen todos a coro.

—No sé yo… —dice el único policía local de la villa que empieza a hacer preguntas incómodas.

Se cierra el telón.

Se abre el telón de nuevo y aparecen uno tras otro:

El Colmenero, mafioso local de turno que ha conocido tiempos mejores.

Rocha, un inspector de la UDYCO, que quiere trincar al Colmenero.

El confidente Cejónidas, que como todo buen confidente juega con dos barajas.

Vega Trinidad, la hermana del policía local que se bebe hasta el agua del pilón de las ovejas.

Los matones Maquenroe.

Y aparece también un perro llamado Trípode.

Y una atmósfera densa.

Y una trama sencilla con toques de humor negro.

Y una prosa simple y efectiva.

Y el espíritu de Jim Thompson.

Se cierra definitivamente el telón.

¿Qué novelón hemos leído?

«La cordura del idiota», de Marto Pariente.

¿Jim Thompson? ¡Qué leches de Jim Thompson! ¿Qué coño tienen que ver nuestros psicopaletos con los psicopaletos de Oklahoma?

Aquí hacemos las cosas de otra manera.

Aquí hacemos las cosas al estilo de Marto Pariente.