Me dicen mis amigachos que qué bien me lo paso y que siempre estoy viajando y divirtiéndome por aquí, por estos festivales negros del Señor. Pues qué queréis que os diga, no os voy a negar que todos estos saraos me entretienen, que todavía, a mis años, estoy aprendiendo un huevo y eso me colma de dicha, plenitud y bienaventuranza, pero también tengo mis ratos chungos. Joer, que aunque esté gordo también sufro.
Mañana intensa, es mi último día en el festival y tengo que aprovechar el tiempo al máximo, lo cual no es mucho dada mi condición de vejestorio caduco y disperso. A las 11:00 me voy de ruta por el Albaicín Noir con un eficaz guía de Masquetours, que nos introduce sin darnos cuenta en los entresijos históricos de una Granada oscura de inquisición, arcángeles en el límite del cielo y del infierno y cicatrices urbanas que separaron quirúrgicamente la burguesía granadina de las clases sociales menos favorecidas.
Tenía un cita pendiente y al acabar la ruta me voy a toda prisa al Centro de Exposiciones CajaGranada-Puerta Real para ver la exposición de originales del cómic «Blacsad», de Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales. Impresionante documento de cómo de bien trabajan estos tipos.
Con la lengua de fuera llego hasta el 4U Hostel a tiempo de escuchar el coloquio entre Alejandro Pedregosa y Jesús Carrasco. Sus novelas «Hotel Mediterráneo» e «Intemperie» han sido consideradas como wéstern noir patrio y lo curioso es que, según declaran, ninguno de los dos pretendía escribir «una del Oeste». La conclusión es que el wéstern reúne una serie de arquetipos literarios que son universales. La versión cinematográfica de «Intemperie» se estrenará este mismo mes.
Ya por la tarde, en el teatro CajaGranada, comienza la charla de Jesús Lens con Alexis Ravelo. Se analizan, cruzan y comparan la novela póstuma de Antonio Lozano, «El baile de los malditos» y la última de Ravelo, «La ceguera del cangrejo».
A continuación llega el momento de las emociones: Clara Herrera, esposa de Antonio Lozano, entrega el I Memorial Antonio Lozano a Mabel Lozano, por su labor de denuncia de la trata de mujeres para la explotación sexual. Se escapa alguna lagrimita que cae sobre el escenario.
Seguidamente se proyecta el documental «El proxeneta. Paso corto, mala leche». Demoledor documento sobre la trata de mujeres para la prostitución y después la charla coloquio de Sergio Vera Valencia con Mabel Lozano. Hay pasión y profesionalidad en esta mujer que ha hecho bandera de la denuncia de la trata. Para ella, las únicas opciones son la educación de los jóvenes y la abolición de la prostitución. Con el documental y esta charla, el Granada Noir ha alcanzado el clímax.
El Granada Noir 2019 termina para mí. Mañana hay más noir para los chinorris y el lunes el festival se va de bolos por los pueblos de la comarca. Es la segunda vez que acudo a este evento y si nada grave me lo impide volveré, porque considero que es uno de los festivales con más calidad, tanto literaria como humana, de este país. Jesús Lens y Gustavo Gómez, junto con su equipo, han sabido pergeñar un festival negro que crece cada año. Salud, muchachos.
Ya veis, granaínos, amenazo con volver.
Nos vemos al año que viene.
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