sábado, 7 de septiembre de 2019

Cartagena Negra 2019. Crónica del viernes, 6 de septiembre.

Entro en Cartagena y lo primero que veo es el submarino Peral, todo repintaíco como una falla, clavado en una rotonda. Luego me entero que es una réplica y que el original sigue en el Museo Naval. Tardo cuatro años en volver por aquí y me liáis, cartageneros.

—Tú sigue en ese plan, que un día te van a correr a guantazos por bocazas y por dirigirte así a la peña local.

No hagáis caso. Es mi Yo Crítico el que me habla, mi Pepito Grillo, mi conciencia, ese invento de los loqueros, en connivencia con los curas, encaminado a engordar sus facturas y a tenernos en un sin vivir respectivamente.

—Para decir que no te gusta lo que te digo no hace falta tanto rodeo.

—Mira, vete al carajo. En fin, sigo:

Pues fíjate tú, me acuerdo cuando llegué a esta ciudad, en 2015, todo hecho un paleto en cuestión de festivales negros. No había visto en toda mi vida a un escritor de cerca y no tenía ni idea de como respiraba esta fauna. Estaba nervioso. Me los imaginaba sentados en un sillón de orejas, en el gran salón de una vieja casona frente al mar, escribiendo febrilmente y llevándose la mano al mentón adoptando una expresión de inteligencia concentrada y taciturna. Y resultó que no, que de ninguna manera, todo lo contrario…

—Joder, tío, vaya rollo. ¿Y la crónica de hoy para cuándo?

—Vale, vale, ya voy.

Entro en el Batel y me sitúo: Cristóbal Terrer, de «EL QUINTO LIBRO», Daniel L. Hawk, de «SOLO NOVELA NEGRA», Ricard Pascual, de «NEGRA Y CRIMINAL» y Daniel Fopiani, de «RELATOS SIN CONTRATO», toman posiciones y comienza la mesa «BLOGS Y REVISTAS NEGRAS». Le toca moderar a Paco Atero, de «NEGRA Y CRIMINAL». Comienzan hablando de los entresijos de sus respectivas revistas digitales. Todos coinciden en que se tiene una gran libertad cuando se reseñan libros sin cobrar un euro.

—Podías aprender un poco de estos blogueros.

—Hoy he comido con ellos y ahora estoy escuchándoles.

—Pues se te pega poco de su buen hacer: reseñas los libros que te vienen en gana y cuando te sale del pito. Eres un vago.

—No soy vago, estoy mayor.

—Excusas.

Como veis, mi Pepito Grillo está jodón. Lo pongo un rato en standby y sigo.


Termina la mesa redonda de los blogueros y nos ponen un corto de Iago de Soto, finalista del concurso de cortometrajes, titulado «La Guarida». ¡Buf! Impactante y demoledor. Esto es cine negro, negrísimo, más negro que las uñas del camarero de un bar espeso.

A continuación, Blas Ruiz Grau, Manuel Marlasca y Marta Robles, moderados por Chema Gil, forman la mesa titulada «Ficción y realidad». Surgen temas muy variados durante esta charla muy bien conducida. Nos hablan de la conciencia forense de los delincuentes, de cómo y por qué empezaron a escribir o de la importancia de las fuentes de la calle a la hora de hacer buen periodismo.


Termino este día del Cartagena Negra como corresponde: tomando cañas negras en el Mister Witt Café, viendo el concurso de microrrelatos «Deje aquí sus sombrero», cuyo ganador es Alfonso Arrimadas y charlando hasta las tantas con nuevos conocidos y viejas amistades.


—No te pases y no te acuestes tan tarde, tú mismo has dicho que estás mayor.

—No hay edad si estás en buena compañía.

—Qué bien te ha quedado eso.

—¿Ironía en modo on?

—¿Lo dudas?

—Ya me has hartado. Quedas castigado en standby hasta mañana.


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