Al asesino que mataba a cámara lenta se le escapaban todas las presas. Estaba harto, no conseguía asesinar a nadie. Pero con la próxima víctima no iba a fallar y además se iba a convertir en el personaje del siglo. Iba a matar a Stephen Hawking por la noche, cuando estuviese durmiendo.
jueves, 27 de agosto de 2015
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